La PFN no cambia el cuerpo humano de ninguna forma, pero si trabaja en armonía con él. La PFN no tiene ninguno de los efectos secundarios negativos que el control hormonal de natalidad y los dispositivos intrauterinos han demostrado tener en las mujeres. Hay estudios e investigaciones que indican que los anticonceptivos hormonales aumentan el riesgo de cáncer de mamas y cáncer cervical, coágulos sanguíneos, la enfermedad de Crohn, el lupus, la depresión, y otros problemas de salud. La inserción de un dispositivo intrauterino IUD puede ocasionar una perforación de útero. Los IUD también pueden alterar el patrón de sangrado menstrual incluyendo irregularidades y/o sangrado profuso, así como calambres. Las mujeres tienen el derecho de conocer cómo evitar esos riesgos de salud al usar PFN.
Adicionalmente es sabido que las sustancias contentivas de estrógeno que se arrojan a las aguas, tienen efectos adversos en la vida silvestre tales como la feminización de los peces machos. El estrógeno segregado por la mujer que toma anticonceptivos orales contribuye a este problema ambiental. La PFN no produce efectos adversos al medio ambiente.
El costo único de aprender a practicar un método de PFN (varía de un método a otro) es relativamente económico en comparación con los costos continuos de las píldoras anticonceptivas, dispositivos intrauterinos u otras formas de control de la natalidad. Las tarifas de la instrucción de PFN pueden a veces ser eliminadas o reducidas si resultan ser una carga financiera.
El uso eficaz de la PFN requiere que la pareja mantenga una comunicación regular respecto a su fertilidad compartida. La comunicación honesta y abierta es un elemento esencial para todo matrimonio amoroso y duradero. La PFN también ayuda a las parejas a aceptarse mutuamente por lo que son y tratarse con respeto mutuo. Además, cuando una pareja ha discernido la necesidad de evitar la concepción, los períodos de abstinencia proporcionan oportunidades para desarrollar otras expresiones de intimidad (por ejemplo, intimidad emocional, intelectual y espiritual). Estos aspectos del uso de la PFN ayudan a fomentar una fuerte relación de pareja.
Los hombres son fértiles todo el tiempo, mientras que las mujeres son fértiles sólo durante unos pocos días durante cada ciclo menstrual. La PFN enseña a la pareja cómo reconocer y considerar diariamente su fertilidad integrada, su capacidad para concebir nueva vida juntos. Al practicar la PFN, cada cónyuge acepta un papel significativo y la responsabilidad en la eficacia del método. Reconociendo su fertilidad combinada, los esposos y las esposas se unen para planificar su familia y discernir la voluntad de Dios para ellos.
Los métodos modernos de PFN están enraizados en una sólida comprensión científica de las variaciones en la fertilidad a lo largo del ciclo menstrual de la mujer. La PFN ha demostrado ser efectiva de un 95 a un 99.5% en la prevención del embarazo cuando es usada correcta y consistentemente (uso perfecto). Si el método es utilizado de la forma en que una persona promedio lo hace, es decir, incorrecta o inconsistentemente algunas veces (uso típico), el porcentaje de efectividad en la prevención del embarazo todavía está en los ochenta y noventa. Al identificar los días de fertilidad, la práctica de la PFN también puede ayudar con éxito a las parejas que desean lograr un embarazo.
Hay algo increíble al comprender cómo funcionan los sistemas reproductivos masculino y femenino. Usando la PFN, las parejas trabajan juntas para entender su fertilidad combinada y a tomar decisiones en consecuencia. Este sistema de salud natural empodera a las personas para que tomen el control de su fertilidad y tomen sus decisiones basándose en sus marcadores biológicos. Es un sistema cooperativo que trabaja con la fertilidad de una mujer, en lugar de contra ella.
Además de ser utilizado para la planificación familiar, la PFN puede ser beneficiosa para las mujeres solteras o casadas que se tengan trastornos ginecológicos o reproductivos. Los médicos pueden abordar los problemas de manera más eficaz si la mujer/pareja ha estado trazando su ciclo de fertilidad. Trastornos como la endometriosis, enfermedad ovárica poliquística, síndrome premenstrual (SPM), depresión posparto, sangrado irregular o anormal, abortos espontáneos recurrentes, infertilidad, y muchos otros pueden ser descubiertos y tratados a través de la práctica de la PFN y la ciencia médica asociada (por ejemplo, NaProTECHNOLOGY).
La PFN ofrece una variedad de métodos confiables y efectivos. Debido a los avances de la ciencia y la tecnología, la PFN trabaja con ciclos menstruales de cualquier duración, con ciclos irregulares y puede ser utilizada por mujeres que están amamantando o en la premenopausia. La PFN no es el antiguo método del ritmo o de calendario que solo era efectivo para mujeres con ciclos regulares. Los últimos métodos son fáciles de aprender e interpretar para mujeres y parejas en todas las situaciones.
Vivimos en una sociedad donde parece haber una píldora para todo, incluyendo una para “el control de la natalidad.” Estas píldoras prometen libertad, pero le quitan la libertad en el sentido de que le enseñan a una pareja que la fertilidad está fuera de su control—que no pueden dominar sus deseos sexuales. Por el contrario, la PFN ayuda a las parejas a desarrollar el autocontrol y ser libres de expresar la entrega de amor total al otro de si mismo, especialmente en el acto sexual.
Dios creó el matrimonio y la sexualidad para nuestro bien. En el matrimonio cristiano, el esposo y la esposa prometen entregarse libre y completamente el uno al otro, sin reservas, y permanecer fieles y abiertos a la vida. La PFN permite a la pareja casada mantener todos estos votos matrimoniales. La Iglesia católica enseña que todos los actos de relaciones sexuales, para alcanzar el más auténtico significado dado por Dios, deben ser unitivos (acercando a los cónyuges uno al otro y a Dios) y procreativo (abierto a la posibilidad de concebir una nueva vida). La PFN no obstruye los aspectos unitivos o procreativo del sexo. Por lo tanto, permite a las parejas planificar sus familias de acuerdo con el designio de Dios para el matrimonio y la sexualidad.